Ha muerto, para mí, probablemente el mejor ser humano conocido de la actualidad mundial.
Una persona que ha estado 27 años encarcelado en su país, gobernado de forma tiránica por los descendientes anglosajones que llevaron hasta el paroxismo, eso de no mezclarse con los colonizados.
Tampoco podemos olvidar que se encontraron con un jefe-blanco- Frederic Leclerc-
que al igual que las cortes franquistas con Torcuato Fernández Miranda, ayudo a hacer una ley que podía dar el poder a los “otros”, los contrarios, los enemigos, los marginados de toda la usurpación. Lo condenaron por terrorista, porque sería lo más duro
Y en eso llega Mandela- como un nuevo Ghandi- abogado, cuando era para un negro un esfuerzo titánico, por las dificultades de un régimen racista. Una vez conseguido el poder, acoge algunos personajes del gobierno anterior, por su enorme experiencia y reconociendo que había cosas que no tenía ni idea como llevarlas. Cosa bastante entendible por no tener experiencia de organizar nada en los 27 años anteriores, un tercio de su vida.
Habla y practica el no odio, la afabilidad, con la sonrisa bonachona y amable, vacía de odios.
Recibe el respaldo de todo el mundo, es visitado por personas de muchos países y de muy diversos ámbitos. Él también viaja y visita a muchos, recibe premios entre ellos el Nobel de la Paz, y desde España del Príncipe de de Asturias de la Paz.
Ha sido como el dijo: dueño de su destino y capitán de su alma, no un revolucionario, sino un rebelde.
Sin embargo el hombre que supo unir a todo un gran país muy dividido, no consiguió unir a su familia, tal vez por aquello que para conseguir cosas, también hay que tener unos receptores enfrente, en vez de detractores.
Pero si hubiera alguna vez un régimen político mundial, este hubiera sido mi candidato y me gustaría que hubiera ejércitos de candidatos como él.
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