sábado, 9 de enero de 2010

Sobre San Juan de Letrán


El primer concejal de de Cultura de la democracia Jesús Trujillo Vega, como persona muy interesada en la cultura y por tanto de nuestro patrimonio cultural.
No se si también influyó su equipo de trabajo, compuesto de voluntarios que de manera altruista, que programaban coordinaban y a veces ejecutaban los acciones, para poner en marcha gran cantidad de actos culturales, durante el año. Pues bien, lo cierto es que le tocó el turno a San Juan de Letrán y se encontró con tres inconvenientes muy serios:

1º que existían 36 herederos disperso por la geografía de varias provincias,andaluzas e incluso en Kenia, con lo cual no era muy fácil acordar un precio de compra.

2º la ley de entonces no permitía la expropiación, aunque la ruina del edificio fuera evidente.

3º Que los ayuntamientos democráticos entraron al poder dentro de una crisis económica, que venía arrastrándose desde el 1973 y que 6 años más tarde, en plena transición política, muy complicada por los asesinos de ETA, algunos militares y la extrema derecha que se resistía a entrar en democracia. Aun no se había resuelto, tardando varios años más. Por lo tanto no había presupuesto para comprarlo a corto plazo y se dejó aparcado, por el momento.
Además nuestro caso el primer año era un presupuesto prorrogado que daba escasamente para pagar los salarios. Y eso que los concejales no cobrábamos entonces

Años más tarde, estando de alcalde D. Ignacio Calvo Ordoñez, se puso en contacto con con D. Pedro Bohorquez Carrasco para que hablara de nuevo con sus primos de Jerez, los Bohorquez Vegazo, una familia bastante amplia, que heredó de Doña Rafaela Vegazo Mancilla, entre otras propiedades el San Juan de Letrán.
Entonces los herederos habían ascendido de 36 a 50 con lo cual era casi inviable ponerlos a todos de acuerdo, con lo cual asumiendo de nuevo su papel de líder y asesor familiar el abogado D. José Vegazo, volvió a la formula de la venta para el Instituto Ntrª Sª de los Remedios, que consistía en hacerle una venta a Pedro Boroquez por 2.000.000 millones de pesetas y éste a su vez venderlo al ayuntamiento por la misma cantidad, haciéndose nuestra entidad cargo de las costas legales.

De esta compra D. Pedro guarda fotocopia del documento de compra-venta, de lo que soy testigo. Fechado el 6 de mayo de 1992. Consistiendo en 238 m2, los dos millones de pesetas antes citado, más un patio, que nunca he visto.
Y de esta manera se pudo conseguir la titularidad de dicho edificio para recuperarlo como patrimonio cultural, después de muchos años y vicisitudes funciona como museo de interpretación de la historia, (que para mi gusto deja mucho que desear) y una sala hermosa pero pequeña para exposiciones.

Es de resaltar que el alcalde le reconociera mediante escrito su agradecimiento por la gestión de esta compra para nuestro pueblo, y lo resalto porque en reconocimientos somos los ubriqueños muy parcos.

1 comentario:

Alejandro Pérez Ordóñez dijo...

Una información interesante e importante, sin duda. Muchas gracias, Miguel, por tus comentarios, que siempre son bien recibidos. Un abrazo.